El terreno se emplaza en el centro de la ciudad de Renaico, en diagonal a la plaza y a un costado del futuro Centro Cultural, edificio declarado monumento histórico. Su geometría irregular ocupa casi la totalidad de la manzana, enfrentando a las 4 calles que la conforman.
Según lo indicado en las bases se considera la reutilización del actual edificio administrativo del liceo, edificación en base a muros de albañilería reforzada y machones de hormigón armado. Se propone mantener la estructura y rehacer la cubierta nuevamente para homologarla a la idea general de proyecto.
La estrategia de implantación en el terreno se define en dos acciones;
- Primer piso, Placa fachada continua a las 4 calles.
- Segundo piso. Volumen en forma de “Z”, recorre el terreno generando los 2 patios principales.
La placa reconstituye la manzana existente volcando la actividad del liceo hacia el interior. Comprende el área pre básica, administración, talleres, biblioteca, casino y servicios higiénicos. Contiene los 2 accesos, el principal por calle Caupolicán y el secundario de básica y pre básica por calle Arturo Prat.
Estructuralmente se plantea como un edificio de muros de albañilería reforzada y losa de hormigón para recibir cubierta verde.
El volumen en forma de “Z”, dispuesto en dos pisos, origina a través de un solo gesto los siguientes efectos fundamentales para el proyecto:
- Zonificación de las dos áreas principales del colegio (E. Básica y E. Media).
- Fuerte relación con el edificio patrimonial del Centro Cultural, toma sus alturas y la relación lleno/vacio del volumen, integrándose al lugar y reinterpretando la arquitectura local.
- Generación de patios principales
- Edificio de multi orientación que se relaciona con su paisaje más lejano (cordillera de los Andes y Nahuelbuta)
- Definición de los accesos.
- Incorporar la multicancha cubierta a la volumentría general del edificio.
Contiene básicamente las salas de clases de educación básica y media. Su estructura regular, se propone en base a marcos y muros de hormigón armado. Sobre esta estructura de define una segunda piel continua que genera una envolvente térmica y acústica además de dar una imagen uniforme.
Programáticamente, el edificio plantea dos accesos. El principal, enlaza con la administración y la enseñanza media. El secundario accede a la pre-básica y se relaciona con la enseñanza básica. Desde ambos halls, se distribuyen a través de patios cubiertos exteriores (bajo el volumen del segundo piso) a los recintos comunes del liceo, como son el casino y la biblioteca; también se ubican los talleres. Hacia el segundo piso a través de las escalas dispuestas en los accesos y en el punto medio entre éstos se disponen las salas de clases.
Desde el punto de vista de la eficiencia energética se determina que, según la latitud en que se ubica la ciudad de Renaico, la problemática se centrará en como calefaccionar el edificio y a la vez como éste es capaz de no perder calor y ventilar a la vez la humedad generada por la cantidad de alumnos por sala.
Bajo esta premisa la arquitectura del edificio propone 2 elementos;
- Envolvente continua
- Lucarnas en cubierta
La envolvente continua se plantea como una segunda piel, conformada por el muro de hormigón, más un paquete de aislación de 10cm (poliuretano proyectado o celulosa proyectada), como revestimiento exterior tejuela metálica o de piedra, sobre plancha OSB de 15mm.
Las lucarnas dotan a las salas de luz cenital e indirecta, y a la vez hacen “efecto chimenea” para ventilar en forma cruzada los recintos. También, permiten no abrir excesivamente las fachadas en busca de iluminación, equilibrando la relación luz / ganancia calórica. Todas las lucarnas se plantean en las orientaciones más favorables, sur y oriente.
Una vez que estos conceptos han sido incorporados a la arquitectura y reforzando la idea que el problema está en cómo calentar el edificio, se recomienda como fuente de calor una caldera de biomasa en combinación con una losa radiante o radiadores.
Se desestima la necesidad de apoyar a través de climatización debido a que debiera ser suficiente con los mecanismos pasivos mencionados anteriormente. Esto fundamentado en el emplazamiento geográfico y el periodo del año donde se centrará el uso más intenso del edificio.
El Club de la Unión de Linares siempre fue un lugar emblemático de la ciudad. Arraigado en la memoria colectiva de los Linarenses muchas generaciones vieron transcurrir en él los eventos sociales más importantes de la ciudad.
Su edificio original, demolido después de los graves daños causados por el terremoto del 2010, tuvo una importante presencia en la ciudad y su historia. Su elegante arquitectura original lo dotó de una prestancia que le permitió diferenciarse de la arquitectura colonial historicista del entorno, al mismo tiempo que lo cargó de una esencia que perduró durante sus años de funcionamiento.
La nueva construcción debe incorporar una política de costos de edificación y mantención ajustados a la realidad financiera actual, que le permita ser una alternativa sustentable económicamente en el tiempo. Esto se traduce en integrar un Centro de Eventos con capacidad para 470 personas, que permita su subdivisión en 4 grandes salones menores. Creemos que un punto relevante de la propuesta es el balance y la independencia de este nuevo programa con el club social.
La propuesta potencia la esencia del Club de la Unión como un club social, un punto de encuentro entre los linarenses, plasmando en su arquitectura los valores que históricamente ha transmitido a la ciudad y renovándose en una nueva propuesta que le permita darse a conocer y mostrarse atractivo a las nuevas generaciones para invitarlas a participar de él.
Al igual que en el antiguo edificio, el programa no se muestra en un solo acto; se propone recuperar la solemnidad de los espacios, mediante la sucesión de halles, zaguanes, corredores y patios interiores; todos estos elementos de la arquitectura tradicional, pasiva, permitirán generar ventilaciones cruzadas, proteger los recintos del asoleamiento directo, independizar espacios, todas estrategias que permitirán tener un edificio mucho más eficiente en la mantención de su temperatura de confort interior durante todo el año.
Como respuesta al desafío de construir muchos metros cuadrados a bajo costo, se propone utilizar el material constructivo más abundante de la zona, el ladrillo artesanal. De esta manera el proyecto potencia lo local, pone en valor el lugar donde se emplaza utilizando mano de obra experta (todos los maestros de la zona saben construir con este material) y consigue una mayor eficiencia de costos por cuanto es un material que está en el territorio.
Punta Arenas, ciudad y puerto del extremo sur de chile, última estación de los viajeros del Polo Sur, por su ubicación estratégica es llamada a convertirse en puerta de entrada científica hacia la Antártica.
El Centro Antártico Internacional se ubicará en Punta Arenosa, al extremo norte del eje conformado por la nueva costanera, lugar privilegiado para la observación y entendimiento del territorio Magallánico. En conjunto con el Terminal Internacional de Pasajeros potenciará y ampliará la renovación urbana de la ciudad hacia antiguas áreas industriales aledañas al Puerto Mardones, como el terreno de las antiguas Chiperas, colonizando nuevas superficies con potencial de desarrollo para la ciudad.
Por su lejanía respecto del centro histórico y como primer acto fundacional de cambio en Punta Arenosa, la propuesta se plantea como un proyecto autónomo que potenciará su condición de espacio público inédito para la ciudad transformándose en sí mismo como un atractivo para Punta Arenas.
PROPUESTA GENERAL
Teniendo como condicionante que el plan regulador propone una calle que divide el paño disponible en dos, se plantea concentrar en el terreno de mayores dimensiones el Museo Interactivo y el Centro de Investigación, con la finalidad de conformar un edificio unitario. El terreno más pequeño, y cercano al embarcadero y muelle, se plantea para emplazar el área Logística, dando completa flexibilidad de crecimiento, futuros cambios y posibilidad de operar con cierta independencia.
PROPUESTA EDIFICIO
El edificio se plantea como un volumen compacto, conformado por un zócalo de hormigón armado y una cubierta de madera laminada y vidrio, que a modo de invernadero genera un espacio público cubierto, luminoso y continuo.
El zócalo de hormigón en su base albergará el programa de Laboratorios, Administración CAI, Administración Museo y Auditorio. Cada una de estas áreas está definida mediante patios interiores que producen una mayor superficie perimetral para el aprovechamiento de luz natural, a la vez que abren una posibilidad de interacción entre la actividad científica y los visitantes al museo.
La inercia térmica de este zócalo permitirá la captación de temperatura en días soleados actuando como acumulador de calor, dando estabilidad a la temperatura interior y disminuyendo los niveles de demanda energética.
La cubierta de estructura de madera laminada genera un espacio único, que a la manera de los antiguos galpones magallánicos, conforma una nave continua vidriada a dos aguas, que cobija las actividades y protege del clima extremo.
Bajo esta estructura se desarrolla el Centro Interactivo, el cual se desplegará a modo de planta libre dando máxima flexibilidad al diseño de la muestra y a la organización de las distintas áreas que lo componen. Para las áreas que requieren iluminación o climatización controlada se define un volumen central opaco que recorre el edificio acogiendo estos requerimientos específicos.
La cara norponiente de esta envolvente, desde donde viene el sol y el viento predominante, se propone más inclinada y con un ritmo de estructura más denso. Como control lumínico, bajo esta cubierta, se plantea una serie de elementos móviles que buscan construir una luz indirecta y controlada.
La cara sur, se conforma mediante una estructura diagonalizada, abierta hacia la vista del Estrecho, potenciando la relación del museo con el territorio Magallánico.
FUNCIONALIDAD
El desarrollo del programa plantea como propósito fundamental la interacción directa de los visitantes del Museo Interactivo con las diferentes áreas de trabajo científicas y divulgación. Para este objetivo, el programa se organiza en 2 niveles principales, el nivel 1 (zócalo) acoge la actividad científica y administrativa del centro y el nivel 2 (nave corrida) se emplaza el Museo Interactivo. La relación de ambos niveles se produce mediante patios interiores que conectan las diferentes actividades, exponiendo la actividad científica como parte de la muestra e incorporando los patios como superficies disponibles para el museo.
En los extremos del edificio se ubican el Bosque Antártico (acceso principal) y el Auditorio (acceso secundario), programas anclas que por su definición funcionan de manera más independiente del resto del centro. El bosque antártico se ubica en el acceso sur oriente, más integrado a la trama urbana de Punta Arenas, desplegándose hacia el espacio público y mostrando este nuevo espacio a la ciudad. El auditorio, en el acceso norponiente, propone un acceso foyer de tres alturas donde coexisten y confluyen las actividades de Divulgación (cafetería y auditorio), científica (talleres y administración CAI) y Museo.
Por último, en área Logística se emplaza en el extremo norte del terreno, separada del edificio principal por un espacio público blando, que permita posibles crecimientos y modificaciones futuras.
SUSTENTABILIDAD
El proyecto privilegia los métodos pasivos por sobre los activos, teniendo como premisa estar exento de sistema de refrigeración.
Para lograr lo anterior, se propone un volumen compacto y homogéneo (factor de forma), que potencie la captación de iluminación y radiación solar mediante una cubierta vidriada continua. A través de ésta, es posible iluminar el museo y también los patios del nivel 1 (Laboratorios) y proveerlos de luz natural. La losa de hormigón actúa como captador de calor y cuando baja la temperatura irradia al museo y a los laboratorios. Para proteger esta ganancia térmica se propone una envolvente térmica continua, conformada por termo paneles y aislación en muros y losas de hormigón de los recintos habitables.
Durante el verano considera sistemas de apertura mecánica de ventanas para producir ventilación por convección que garanticen la calidad del aire y el confort térmico.
Como estrategias activas se propone losa radiante a lo largo de todo el nivel museo, activada mediante energía renovable producida por paneles fotovoltaicos y apoyados por una bomba de calor o caldera de condensación. Estos paneles pueden ser incorporados en el termo panel o sobrepuestos, lo cual se evaluará en etapa de desarrollo.
Durante el invierno la ventilación se apoya en una unidad manejadora de aire (UMA) la cual toma el aire viciado, le extrae la temperatura mediante un intercambiador de calor y se la incorpora al aire fresco que inyecta, reduciendo el delta de temperatura del aire a calentar.